En la historia de la arquitectura hay ciertas obras que sobreviven a las modas, el paso del tiempo y las generaciones. Esta impresionante vivienda del arquitecto norteamericano F. Lloyd Wright es una de ellas. En la actualidad podría aparecer en cualquier revista de diseño o de moda arquitectónica que tanto se ven en nuestras librerías, sin embargo es una construcción del año 1936. Haciendo memoria, este dato se hace más revelador cuando vemos lo que se construía en el momento, o lo que conservamos de aquel entonces en nuestro alrededor.
Wright fue un arquitecto que experimentó mucho en sus viviendas, sobretodo en la concepción espacial interior. La vivienda de la época era concebida como una serie de estancias cerradas e independientes, pero Wright rompió este concepto. Sus viviendas son grandes espacios relacionados entre sí, ligados por grandes comunicaciones, que aporta gran iluminación y sensación de amplitud. En su arquitectura llevó a cabo ciertos conceptos tradicionales de la vivienda americana y los potenció, como el hecho de que la chimenea sea el centro del hogar, la fuente de calor. Alrededor de ella, se organiza toda la vivienda, donde la división sólida y opaca se evita siempre que se puede, y por tanto se juega con transparencias y con diferentes alturas en los techos y suelos. Una serie de recursos que hoy en día podemos ver en numerosas viviendas de diseño y que podrían parecernos más habituales, pero que fueron de alguna manera en Wright unas ideas precursoras.
La casa de la cascada es una vivienda que Wright decidió ubicar encima de una gran roca. Su idea era ubicarla en la peor zona de la parcela, para que sus habitantes pudieran disfrutar de las mejores zonas en el exterior. Sus palabras fueron que esa casa, sobre la cascada, sería la mejor forma de apreciar la sinfonía del agua. En sus construcción, se colocan grandes piezas verticales de soporte terminadas en piedra que soportarán los niveles de la vivienda y que contrastarán con grandes líneas horizontales de hormigón blanco. El agua se convierte en un elemento protagonista, discurriendo bajo la vivienda y siendo siempre personaje principal desde cada punto de la casa. Los interiores son una muestra del carácter y los conceptos de Wright. Materiales como piedra y madera con geometrías y elementos decorativos que recuerdan su paso e influencia por la arquitectura japonesa.
Una vivienda que independientemente de todos los estilos, gustos o incluso teorías arquitectónicas, causa una buena sensación a quien la descubre. Disfrútenla.
Fuente: Conservatorio de Pennsylvania del Oeste (WPC)
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